“Quien
no participe en la redes sociales... verá al tren pasar”
Egresado
del Instituto de Diseño Fundación Neumann de Caracas en 1972, Ricardo Benaim
estudia técnicas de grabado en el Atelier 63 de París, entre 1980 y 1984. En
1986 ingresa en el Pratt Institute de Nueva York, donde también se desempeña
como docente. A su regreso a Venezuela en el 1990, se instala en su casa-taller
en la Quinta Papeles de Altamira, donde desarrolla su obra personal , convoca a
artistas para el desarrollo de proyectos y exposiciones colectivas y ejerce
como docente en el postgrado de pintura en el Instituto Universitario de
Estudios Superiores de Artes Plásticas, Armando Reverón.
A
comienzos de la década de los 90 su obra da un giro extraordinario que no se
hubiera podido predecir en sus gráficas preciosistas e íntimas de los ochenta.
El objeto estético se transfigura entonces hacia una actitud y una dinámica de
relaciones que encontramos en los proyectos: Un marco por la tierra, Proyecto
Mapa, El Cóndor, Utopías Latinoamericanas, 25%, Postales utópicas, GAIA, y El
Banco Central del Cóndor, (…) (del libro UTOPÍA-2010)
Su
trabajo personal va evolucionando, la visión de lo ecológico se amplía para
abordarla desde un aspecto más holístico e integral: la estructura del cosmos y
nuestro lugar en él, la ecología social, las relaciones entre países.
Benaím
trabaja activamente desde todas las aristas del país, su recuperación, su
optimismo y su luz.
Su
reciente exposición “Testigos de Luz”, que se llevó a cabo en los espacios de
Jardines de La Trinidad, nos ofreció trece piezas escultóricas para
exteriores que representan el resultado de los últimos dos años de incursión en
los territorios relacionados con la luz y las bondades del vidrio.
“He
estado trabajando en los vitrales para la Sinagoga Tiféret Israel del
Este, y ese vasto contacto con el vidrio, me permitió descubrir
la potencialidad e inspiró en mí una exploración más profunda acerca del tema.
De
un encuentro entre artistas especialistas en la artes del fuego en torno a la
exposición Testigos de Luz, surgió la idea de convocarnos a un nuevo proyecto
expositivo. Inspirados por la demencia de la Loca Luz Caraballo e
iluminados por el maestro Caravaggio, (Michelangelo Merisi ) como el mago de la
luz, y del claroscuro, surgió el nombre de“Luz Caravaggio”, una colectiva, que
se inaugura el 02 de noviembre en la Galería Arte Estudio 8, bajo la curaduría
de Sandra Pinardi. Esta exposición tiene como premisa ser un concierto de
objetos luminosos donde treinta creadores expresarán desde sus espacios íntimos
obras con luz tratando de mostrarnos la visiones esperanzadoras y las endijas
luminosas a nuevos nortes.
¿Cómo
defines tu trabajo?
“Podría
decir que mi trabajo en general, viene de un peculiar acercamiento al
orden del universo, a mi deseo de explorar su diseño perfecto. Este deseo es un
sentimiento casi religioso. En las religiones, el ritual es la forma mística de
acercarnos a estrados más elevados.
En
mi obra, el ritual está en el gesto, en la repetición y en la actitud de
atención hacia mi conexión con territorios no verbalizables.
Muchas
de las obras surgen a partir de la repetición de un objeto básico como una
barca, o el arquetipo de una barca, repito impulsivamente la misma forma en
diferentes soportes de papel, con tintas, pigmentos y técnicas, como si fuera
un mantra, hasta que se asimila, ya no en la mente sino en la energía del
cuerpo. Cuando logro ese momento, la obra se da con libertad y armonía, es el
reflejo de una forma que trasciende el concepto visual”.
Hoy
en día es cada vez más frecuente encontrar en bienales y salones, en museos y galerías
de arte contemporáneo, propuestas que podrían estar vinculadas, más que con el
arte, con las ciencias naturales y sociales –antropología, política,
lingüística, psicología, etc.
En
esta expansión del quehacer artístico no es de extrañar que un artista como
Ricardo Benaím esté planteando una acción política incursionando en los
territorios de la macroeconomía. La creación de una moneda para América
del Sur, que unificaría la región tal como lo ha hecho el euro en Europa. El
Cóndor, como se denomina esta divisa, es parte fundamental de la propuesta de
integración latinoamericana que desde el arte ha venido desarrollando el
artista.
Benaím
como presidente del Banco Central del Cóndor, ente emisor de la moneda única,
ofrece el proyecto al colectivo: cada país cuenta con una sede del banco y su
Presidente es un artista que diseña los billetes locales, se encarga de
emitirlos y también de ponerlos en circulación. El cóndor apunta a un futuro de
integración. Cada vez que un cóndor cambia de mano, cada vez que circula,
también circulan nuestros proyectos y sueños, que se expanden y concretan”,
palabras de Benaím.
En
el 2002 vino a Caracas Robert Mondell, ganador del Nobel de Economía y conocido
como el padre del euro. Benaím no perdió la oportunidad de conocerlo y darle
una moneda a quien se había atrevido a plantear primero que nadie este camino
de la divisa común. En este encuentro, Mondell le aseguró «(…) nosotros hicimos
muchos esfuerzos por cambiar la mentalidad de la gente y sólo después de ese
largo esfuerzo, logramos tener un billete impreso. Si hubiéramos tenido una
moneda acuñada, como ésta, nos habríamos ahorrado por lo menos tres años de
trabajo».
Benaím
sabe que muchas veces el arte anticipa la realidad, la hace más posible, más
palpable, más urgente. Sencillamente se ahorra todo discurso y estudio de
factibilidad: acuña la moneda, imprime el billete y es así como se materializan
las ideas.
“Apuntamos
hacia la integración, y éste es un ideal que no me pertenece a mí solo, nos
pertenece a todos. Puede parecer un lugar común, pero es un punto de vista
crucial, no estoy apegado a nada en esta propuesta que impida su desarrollo; la
moneda o el banco pueden cambiar de nombre, de estrategia, y las riendas están
disponibles a ser tomadas por cualquier persona con entusiasmo e interés en
desarrollarla. En realidad no veo la hora de que los políticos y economistas
del continente se hagan cargo (…)». (Ricardo Benaím, entrevista para la revista
Veintiuno, 2006)
¿Cómo
es el presente y futuro artístico en Venezuela?
“Los
venezolanos hemos pasado por tiempos difíciles, pero nos hemos crecido en las
dificultades. Nunca hemos abandonado esa curiosa idiosincrasia de responder con
optimismo y con intuiciones certeras, porque venimos de un país que nos brindó
a cada uno de nosotros oportunidades y posibilidades inmensas, y desde esa abundancia
respondemos con positivismo.
Hemos
evolucionado y madurado mucho a través de lo que hemos atravesado y hemos
aprendido a adaptarnos y a fortalecernos para enfrentar el futuro. La Vino
Tinto es el mejor ejemplo. Nos dio una lección de UNIDAD, optimismo y
tenacidad. Venezuela no se rinde y los artistas tampoco. El deporte nos ha
reunificado, el arte…? todavía no.
Si
me preguntas cuál ha sido mi mejor momento, debo decir que mañana será el mejor
momento, y si me lo preguntas mañana, esa misma será la respuesta.
¿Cuándo
descubriste que querías ser artista?
“A
partir de los 30 años salí de la publicidad, donde era un creativo, y mi padre
coleccionista, empecé a ver el arte en su verdadera dimensión, me di
cuenta que crear es lo que me gusta y que esa era mi fortaleza; conecté
entonces esa fuerza creadora, a mis inquietudes existenciales, íntimas, filosóficas
y políticas. Cada obra, es parte de una evolución, es como un
fotograma que consolida un momento en todo un proceso de creación”.
¿Cómo
estás relacionado con la nuevas tecnologías?
“El
aporte de las tecnologías en relación con las comunicaciones ha sido
impresionante. El uso de la Web y el 2.0 me ha hecho invertir algunos
espacios importantes de mi tiempo pero he recibido a cambio una cantidad
de beneficios que supera con creces mis expectativas. Parte del asunto es
tratar de comprender como un artista puede sacar provecho de las nuevas tecnologías
en relación a la información compartida, la comunicación, la fluidez para la
difusión y promoción de eventos e ideas. Un Nuevo reto, que he asumido con
responsabilidad, contrastando con una actitud muy lúdica empujando los índices
a un tablerito de plástico, sabiendo que no es una hora perdida, sino muy bien
invertida. El artista que no se monte en las tecnologías de las redes sociales…
verá el tren pasar.
Es
impensable no estar en las redes sociales cuando te das cuenta que en un minuto,
un pueblo puede organizarse y desarrollar acciones grupales o globales como ha sucedido
en Egipto, Libia, con los indignados en España e Inglaterra
¿Cuál
crees que es la diferencia entre Arte BA y la FIA?
“Arte
BA es una feria nueva, (tres años ) y surge de una Argentina pujante y
próspera , Nuestra FIA, empezó hace veinte años , con mucho más proyección que
Arte Ba, pero el deterioro económico, y la desconfianza del país y su moneda,
desde el exterior han afectado el desarrollo de nuestra feria, aunque en
esta última , más discreta y más modesta, se percibía un entusiasmo
y una ganas de seguir creciendo que transpiraba esa extraña y magnífica bondad
que hemos heredado, de convertir en valores las adversidades. Veo el
futuro de las artes en nuestro país con un crecimiento asombroso, quizás no en
lo colectivo, o grupal, pero percibo que cada creador que ha asumido su
compromiso, está pasando por su mejor momento.
Soy
un enamorado de Venezuela y haré siempre lo que esté a mi alcance para
responderle como lo hacen los enamorados ante el amor de su vida: responder con
amor al amor”.
Su activa trayectoria ha colocado a Benaím
en exposiciones individuales en numerosos países y ha representado a Venezuela
en la I Bienal de Mercosur, IV y V Bienal de La Habana, IV y VII Bienal del
Caribe en Santo Domingo, IV Bienal de Cuenca, I y II Bienal Iberoamericana de
Lima, II y IV Bienal Barro de América en Caracas y Sao Paulo.
Ha sido merecedor de diversos reconocimientos a lo
largo de su trayectoria plástica: el Premio Pintura Juan Lovera y el Premio
Dibujo Armando Reverón, en el Salón Arturo Michelena, Ateneo de Valencia
(1993-92, respectivamente); el Primer Premio de la Bienal Iberoamericana de
Artes Gráficas realizada en Mocha, Nueva York (1984), y el Premio de Dibujo
otorgado por la Fundación Juan Miró de Barcelona, España (1982).
Su obra está representada en diversos museos e
instituciones públicas y privadas, entre las que se encuentran: Galería de Arte
Nacional de Caracas; Museo de Bellas Artes de Caracas; Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas; Ateneo de Valencia, Venezuela; Museo de Arte Moderno
Jesús Soto de Ciudad Bolívar; Museo de Arte Moderno de Nueva York; Museo de
Arte Moderno de Bogotá; Museo de Arte Contemporáneo de Lima; Museo de la OEA,
Washington; Colección Banco Mercantil y Colección Fundación Polar, Caracas.
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