Maria
Elena Mendoza
Pasadas las
diez de la noche, la Mesa de la Unidad confirma lo que el twitter y otras redes
sociales venían informando: María Corina Machado, en un evento electoral
histórico, sin maquinaria político partidista y con la mayoría de votos de las
zonas populares y no de las urbanizaciones de la clase media, gana las
Primarias del Circuito 2 del estado Miranda y se convierte en la candidata
oficial de la Unidad, a diputada de la Asamblea Nacional, en las esperanzadoras
elecciones del próximo 26 de septiembre.
Había que estar
en el comando esa noche para entender lo que significa liderazgo, gerencia,
carisma, guáramo, conocimiento, poder de convocatoria y todo envuelto en un
empaque absolutamente femenino, dulce, sereno, entusiasta, fresco y firme,
disciplinado a la vez.
Maria Corina
logró ese día convertir a una parte importante de este país en una burbuja
democrática verdadera, donde personas de todos los sectores y clases,
organizaciones y partidos, géneros, edades, razas, credos y colores acudieron
espontáneamente a expresarle a la ex fundadora de SUMATE, su satisfacción y
apoyo a esta líder nata de una nueva política que comienza a develarse y surge
intachable, despojándose con desenfado, y con esa sonrisa que permanentemente
proyecta, de los agoreros del desastre, para seguir luchando “sin descanso” por
el rescate constructivo de Venezuela.
-
¿Son
las primarias del 25 de abril el resultado de una lucha o la reafirmación de un
proyecto a más largo plazo?
El nuevo rol
que asumo a partir del 25 de abril, es un paso más para continuar con
dedicación y esfuerzo toda mi vida y talento por lograr una Venezuela de mayor
respeto, talento y tolerancia. Un país de pluralidad y equidad. Este es el
nuevo rol que confieso, jamás pensé que dedicaría mi vida a esta tarea. Pero
las circunstancias nos colocan en imprevisibles encrucijadas y sentí que tenía
que asumir este reto y estoy segura de que vamos a lograr la enorme
responsabilidad de representar al pueblo en el Parlamento, sobre todo en el
momento histórico que atravesamos, una etapa que se nos presenta crucial para
reconstruir la institucionalidad en el país y detener su destrucción.
María Corina
es mujer, madre, profesional y valiente. Hoy comparte esa esencia humana con la
exigente responsabilidad de haber sido elegida candidata en unas primarias; por
vez primera una mujer independiente logra abrirse paso en el rudo y varonil
camino de la política gracias a su talento, capacidad de organización y ese
carisma que le permitió la adhesión espontánea de un equipo capaz, disciplinado
y trabajador.
- ¿Cuáles son las fortalezas que te
llevaron hoy a esta posición?
En primer
lugar, un amor incondicional e irracional por Venezuela. Realmente he heredado
de mi familia y de mis seres más cercanos, una pasión por mi país. Hoy quiero
que mis tres hijos sigan aquí, se desarrollen aquí, vivan en un país como este
que todos queremos y porque creo que eso es posible, sigo trabajando para
consolidar esa intención.
En segundo
lugar, mi absoluto e irrestricto compromiso con los términos de justicia y
libertad. Como incondicional amante de la justicia y la libertad, no tengo otra
opción que la de luchar por la defensa de estos valores.
Por último,
Súmate fue la plataforma que me enseñó que más allá de votar, se trata de
defender el derecho del voto, nuestra arma democrática por excelencia y
tradición. Durante esos 8 años en los que muchas veces me vencía el desaliento
y el cansancio, aprendí a salirle al paso a agresiones físicas, persecuciones
penales y la descalificación moral que ha sido la más dolorosa, y lo es para
quienes valoramos la decencia y la integridad. Esos momentos difíciles me
dieron la resistencia para enfrentar estos ataques con la convicción y
fortaleza de nuestros valores.
Estoy
convencida y creo fielmente que las dificultades se enfrentan con la fortaleza
de nuestras convicciones, la seguridad de que lograremos el éxito y con el
respaldo de compañeros de causa.
- Existe la falsa creencia de que María
Corina pertenece a una clase social que no conoce la realidad de los cerros,
¿matriz de opinión o sí le habla a toda Venezuela?
Yo nunca he
entendido esa obsesión ancestral de dividir y juzgar a la gente por el tono de
su piel, por sus creencias religiosas o por sus ingresos económicos. Si alguna
clasificación es para mi concebible, es entre aquellos de buena voluntad, que
aspiran y luchan por el bienestar ajeno como por el propio, que se fajan por
alcanzar sus ideales. Esto no tiene que ver con razas, cultos o ingresos.
Hay algo maravilloso en nosotros los venezolanos, algo que he podido palpar de manera particularmente intensa en las madres y en los jóvenes venezolanos, que es un deseo indoblegable de superación, una vena aspiracional que nos empuja a querer ser mejores y a que nuestros hijos en el futuro tengan más y mejores oportunidades que nosotros. Por lo tanto, aquellos que hemos tenido oportunidades de tener acceso a educación y salud, y que hemos recibido grandes dosis de buen ejemplo y amor en nuestros hogares, tenemos una responsabilidad mayor aún, en nuestra sociedad y debemos asumirla con orgullo y también con humildad.
Hay algo maravilloso en nosotros los venezolanos, algo que he podido palpar de manera particularmente intensa en las madres y en los jóvenes venezolanos, que es un deseo indoblegable de superación, una vena aspiracional que nos empuja a querer ser mejores y a que nuestros hijos en el futuro tengan más y mejores oportunidades que nosotros. Por lo tanto, aquellos que hemos tenido oportunidades de tener acceso a educación y salud, y que hemos recibido grandes dosis de buen ejemplo y amor en nuestros hogares, tenemos una responsabilidad mayor aún, en nuestra sociedad y debemos asumirla con orgullo y también con humildad.
El hecho de
que yo haya tenido excelentes oportunidades en mi formación profesional y en la
adquisición de conocimientos, lejos de distanciarme de los venezolanos que
están más apartados de ese derecho a una vida con calidad, me acerca a ellos
porque sé lo que desean y sé que todos podemos conseguirlo.
-
¿Consideras tú que es en las mujeres y los jóvenes donde se encuentra la mayor
cantidad de votos?
Una de las
mayores angustias que tengo en los últimos tiempos es precisamente que dos de
cada tres jóvenes dice que se quiere ir del país. En la década de los 50
llegaron a Venezuela miles de jóvenes de España, Italia, Portugal y Europa en
general, optando por un país en desarrollo que ofrecía oportunidades
maravillosas de trabajo, estabilidad, crecimiento económico y un clima
extraordinario. Obviando las diferencias de razas, credos e idiomas Venezuela
se mezcló para generar una población variopinta, tolerante, trabajadora y
generosa. Hoy los jóvenes piensan que no hay futuro y como madre, como
venezolana dedicaré mi esfuerzo no sólo a que no se vayan del país, sino a que
los que se fueron vuelvan, porque la opción es salir del país o quedarse a
combatir.
Hemos sido
sorprendidos por el ímpetu y entusiasmo de movimientos estudiantiles que están
asumiendo el presente con espíritu de lucha, poco a poco la conciencia de hacer
país, de cambiar el orden de las cosas, resistirse a perder los derechos
fundamentales de todo ser humano, esta tendencia se ha intensificado y ya
reconocemos en algunos de ellos un liderazgo importante, creíble y válido.
Igualmente
hemos visto a las mujeres venezolanas ocupar lugares de crítica, desde la
defensa por el decreto 1.011. El 52% de los electores son mujeres y el 62% de
las venezolanas son jefas de hogar, responsables de la familia. La influencia
de estas mujeres en el desenlace político están dadas, porque está en juego la
familia y todo lo que ella ha venido atravesando: inseguridad, inflación,
violencia, desempleo y el colapso de la salud. La mujer venezolana, de todos
los sectores del país, sabe claramente que la raíz de todos estos problemas es
de orden político y sabe que tiene la forma de hacer algo al respecto.
- En la dinámica que moviliza al país,
¿Vamos a llegar al 26 de septiembre?
La violación
sistemática a las leyes de la República podría asomarnos un escenario de esa
naturaleza. Sin embargo cabría la pregunta de si habrá temor de parte del
oficialismo de perder las elecciones. Entonces el desafío que tenemos por
delante es que la mayoría se manifieste contundentemente y el triunfo será de
la democracia.
- ¿Cuál sería la motivación para ir a
votar el 26 de septiembre?
Así como las
mujeres, los jóvenes confrontan un momento histórico que demanda la mayor
participación posible si queremos definir la sociedad que soñamos y que es
posible. En septiembre tenemos que demostrar nuestra pasión por la justicia y
la defensa de la democracia.
Venezuela
atraviesa hoy una coyuntura política que nos obliga a reinventarnos en la
política que incluye no sólo a los candidatos sino a los electores por igual.
Todos los votantes tienen sobre sí, la responsabilidad personal e indelegable
de hacer lo que esté en sus manos por dejarle a sus hijos un país pleno de
oportunidades…
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