jueves, 3 de octubre de 2013

María Corina Machado Una mujer independiente

Maria Elena Mendoza
Pasadas las diez de la noche, la Mesa de la Unidad confirma lo que el twitter y otras redes sociales venían informando: María Corina Machado, en un evento electoral histórico, sin maquinaria político partidista y con la mayoría de votos de las zonas populares y no de las urbanizaciones de la clase media, gana las Primarias del Circuito 2 del estado Miranda y se convierte en la candidata oficial de la Unidad, a diputada de la Asamblea Nacional, en las esperanzadoras elecciones del próximo 26 de septiembre.
Había que estar en el comando esa noche para entender lo que significa liderazgo, gerencia, carisma, guáramo, conocimiento, poder de convocatoria y todo envuelto en un empaque absolutamente femenino, dulce, sereno, entusiasta, fresco y firme, disciplinado a la vez.
Maria Corina logró ese día convertir a una parte importante de este país en una burbuja democrática verdadera, donde personas de todos los sectores y clases, organizaciones y partidos, géneros, edades, razas, credos y colores acudieron espontáneamente a expresarle a la ex fundadora de SUMATE, su satisfacción y apoyo a esta líder nata de una nueva política que comienza a develarse y surge intachable, despojándose con desenfado, y con esa sonrisa que permanentemente proyecta, de los agoreros del desastre, para seguir luchando “sin descanso” por el rescate constructivo de Venezuela.
-      ¿Son las primarias del 25 de abril el resultado de una lucha o la reafirmación de un proyecto a más largo plazo?
El nuevo rol que asumo a partir del 25 de abril, es un paso más para continuar con dedicación y esfuerzo toda mi vida y talento por lograr una Venezuela de mayor respeto, talento y tolerancia. Un país de pluralidad y equidad. Este es el nuevo rol que confieso, jamás pensé que dedicaría mi vida a esta tarea. Pero las circunstancias nos colocan en imprevisibles encrucijadas y sentí que tenía que asumir este reto y estoy segura de que vamos a lograr la enorme responsabilidad de representar al pueblo en el Parlamento, sobre todo en el momento histórico que atravesamos, una etapa que se nos presenta crucial para reconstruir la institucionalidad en el país y detener su destrucción.
María Corina es mujer, madre, profesional y valiente. Hoy comparte esa esencia humana con la exigente responsabilidad de haber sido elegida candidata en unas primarias; por vez primera una mujer independiente logra abrirse paso en el rudo y varonil camino de la política gracias a su talento, capacidad de organización y ese carisma que le permitió la adhesión espontánea de un equipo capaz, disciplinado y trabajador.
-      ¿Cuáles son las fortalezas que te llevaron hoy a esta posición?
En primer lugar, un amor incondicional e irracional por Venezuela. Realmente he heredado de mi familia y de mis seres más cercanos, una pasión por mi país. Hoy quiero que mis tres hijos sigan aquí, se desarrollen aquí, vivan en un país como este que todos queremos y porque creo que eso es posible, sigo trabajando para consolidar esa intención.
En segundo lugar, mi absoluto e irrestricto compromiso con los términos de justicia y libertad. Como incondicional amante de la justicia y la libertad, no tengo otra opción que la de luchar por la defensa de estos valores.
Por último, Súmate fue la plataforma que me enseñó que más allá de votar, se trata de defender el derecho del voto, nuestra arma democrática por excelencia y tradición. Durante esos 8 años en los que muchas veces me vencía el desaliento y el cansancio, aprendí a salirle al paso a agresiones físicas, persecuciones penales y la descalificación moral que ha sido la más dolorosa, y lo es para quienes valoramos la decencia y la integridad. Esos momentos difíciles me dieron la resistencia para enfrentar estos ataques con la convicción y fortaleza de nuestros valores.
Estoy convencida y creo fielmente que las dificultades se enfrentan con la fortaleza de nuestras convicciones, la seguridad de que lograremos el éxito y con el respaldo de compañeros de causa.
-      Existe la falsa creencia de que María Corina pertenece a una clase social que no conoce la realidad de los cerros, ¿matriz de opinión o sí le habla a toda Venezuela?
Yo nunca he entendido esa obsesión ancestral de dividir y juzgar a la gente por el tono de su piel, por sus creencias religiosas o por sus ingresos económicos. Si alguna clasificación es para mi concebible, es entre aquellos de buena voluntad, que aspiran y luchan por el bienestar ajeno como por el propio, que se fajan por alcanzar sus ideales. Esto no tiene que ver con razas, cultos o ingresos.
Hay algo maravilloso en nosotros los venezolanos, algo que he podido palpar de manera particularmente intensa en las madres y en los jóvenes venezolanos, que es un deseo indoblegable de superación, una vena aspiracional que nos empuja a querer ser mejores y a que nuestros hijos en el futuro tengan más y mejores oportunidades que nosotros. Por lo tanto, aquellos que hemos tenido oportunidades de tener acceso a educación y salud, y que hemos recibido grandes dosis de buen ejemplo y amor en nuestros hogares, tenemos una responsabilidad mayor aún, en nuestra sociedad y debemos asumirla con orgullo y también con humildad.
El hecho de que yo haya tenido excelentes oportunidades en mi formación profesional y en la adquisición de conocimientos, lejos de distanciarme de los venezolanos que están más apartados de ese derecho a una vida con calidad, me acerca a ellos porque sé lo que desean y sé que todos podemos conseguirlo.
- ¿Consideras tú que es en las mujeres y los jóvenes donde se encuentra la mayor cantidad de votos?
Una de las mayores angustias que tengo en los últimos tiempos es precisamente que dos de cada tres jóvenes dice que se quiere ir del país. En la década de los 50 llegaron a Venezuela miles de jóvenes de España, Italia, Portugal y Europa en general, optando por un país en desarrollo que ofrecía oportunidades maravillosas de trabajo, estabilidad, crecimiento económico y un clima extraordinario. Obviando las diferencias de razas, credos e idiomas Venezuela se mezcló para generar una población variopinta, tolerante, trabajadora y generosa. Hoy los jóvenes piensan que no hay futuro y como madre, como venezolana dedicaré mi esfuerzo no sólo a que no se vayan del país, sino a que los que se fueron vuelvan, porque la opción es salir del país o quedarse a combatir.
Hemos sido sorprendidos por el ímpetu y entusiasmo de movimientos estudiantiles que están asumiendo el presente con espíritu de lucha, poco a poco la conciencia de hacer país, de cambiar el orden de las cosas, resistirse a perder los derechos fundamentales de todo ser humano, esta tendencia se ha intensificado y ya reconocemos en algunos de ellos un liderazgo importante, creíble y válido.
Igualmente hemos visto a las mujeres venezolanas ocupar lugares de crítica, desde la defensa por el decreto 1.011. El 52% de los electores son mujeres y el 62% de las venezolanas son jefas de hogar, responsables de la familia. La influencia de estas mujeres en el desenlace político están dadas, porque está en juego la familia y todo lo que ella ha venido atravesando: inseguridad, inflación, violencia, desempleo y el colapso de la salud. La mujer venezolana, de todos los sectores del país, sabe claramente que la raíz de todos estos problemas es de orden político y sabe que tiene la forma de hacer algo al respecto.
-      En la dinámica que moviliza al país, ¿Vamos a llegar al 26 de septiembre?
La violación sistemática a las leyes de la República podría asomarnos un escenario de esa naturaleza. Sin embargo cabría la pregunta de si habrá temor de parte del oficialismo de perder las elecciones. Entonces el desafío que tenemos por delante es que la mayoría se manifieste contundentemente y el triunfo será de la democracia.
-      ¿Cuál sería la motivación para ir a votar el 26 de septiembre?
Así como las mujeres, los jóvenes confrontan un momento histórico que demanda la mayor participación posible si queremos definir la sociedad que soñamos y que es posible. En septiembre tenemos que demostrar nuestra pasión por la justicia y la defensa de la democracia.

Venezuela atraviesa hoy una coyuntura política que nos obliga a reinventarnos en la política que incluye no sólo a los candidatos sino a los electores por igual. Todos los votantes tienen sobre sí, la responsabilidad personal e indelegable de hacer lo que esté en sus manos por dejarle a sus hijos un país pleno de oportunidades…

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