jueves, 3 de octubre de 2013

Ana Maria de Zubillaga, Un movimiento para que otros se muevan

UN TRABAJO QUE PAGA CON SONRISAS

Puntual. Enérgica. Como un torbellino de inquietudes, planes e ideas, Ana María Zuloaga de Zubillaga aparece en la terraza, con el tiempo contado para contar las miles de cosas que la Fundación Venezolana Pro-Cura de la Parálisis, realiza en función de tantas personas con discapacidad motora.

La presidenta de la institución sin fines de lucro, es Licenciada en Matemática, tiene un post-grado en Ingeniería de Sistemas y  Finanzas y Federica Pietri de Riveroll es, según Ana María, “la mejor gerente del mundo, sabe a quién delegar y aunque no lo admita, sabe de todo”.

La capacidad irrefrenable que poseen estas mujeres, junto a Ana Luisa Baptista, Cecilia Vegas de Puppio, Fabiana Pietri de Lara, Rosario Anzola, Antonieta Sanabria de Caleya, María Eugenia de Salcedo y muchas voluntarias que le dedican inconmensurable corazón y trabajo, han logrado de Funda-Procura un centro de ayuda múltiple a miles de personas durante sus catorce años de labor incansable.

“Nacimos como nacen todas las fundaciones en general. Cuando Alfonso Riveroll sufre un accidente que lo deja cuadrapléjico, nos dimos cuenta de lo difícil que resulta conseguir sillas de ruedas y demás accesorios para las personas discapacitadas; -cuenta Ana María recordando los comienzos de este hermoso proyecto- entonces decidimos montar una mini-tienda en casa de Ana Luisa. Vendíamos accesorios que traíamos del exterior y llegó un momento en que el espacio físico se hizo pequeño y decidimos que era tiempo de empezar a crecer”.

Funda-Procura brinda ayuda a personas de escasos recursos económicos con discapacidad motora que requieren permanentemente, de una silla de ruedas para movilizarse. Esta fue la misión inicial antes de mudarse a la sede de Chuao, requisito indispensable para lograr, entre tantos otros proyectos, un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo -a través del FONVIS- y construir el sueño, la voluntad y la esperanza de tanta gente. Pero progresaron mucho y tuvieron la necesidad de constituirse formalmente como Fundación.

“Para soportar el ideal y seguir atendiendo la sorpresiva y cada vez mayor cantidad de niños, jóvenes y ancianos con distintas circunstancias, como parálisis cerebral, espina bífida, amputados, esclerosis, malformaciones congénitas, comenzamos a organizar, un bazar navideño en el Caracas Country Club, que muy amablemente nos cede sus espacios para ello. El bazar es nuestro icono fundamental para recaudación de fondos, el evento tradicional. De lo que obtenemos, damos un aporte a la Fundación del Club; estamos muy agradecidos a la Junta y a los socios por permitirnos realizarlo año tras año y aprovecho para invitarlos a compartir con nosotros este 29 de noviembre, las maravillas decembrinas que ahí se presentan”.

El centro de operaciones de Funda-Procura, atendiendo otras necesidades de los beneficiados, pasó de ser un proveedor de sillas a núcleo de asistencia integral: abrió una proveeduría que suministra a precios accesibles repuestos y accesorios; desarrolló una sala de rehabilitación, gracias a la ayuda de amigos y empresas. También implementó un salón de usos múltiples donde se imparten talleres de capacitación, junto con la Fundación Mendoza, que coadyuvan a la inserción laboral productiva de sus alumnos, una sala de computación, un taller de reparaciones y un programa de orientación sicológica que apoya y estimula al discapacitado en la comprensión de su condición y sus posibilidades de convivir con la sociedad. Este centro lo gerencian espléndidamente Cecilita Puppio y Antonio Martín.

La empresa privada ha sido fundamental en el alcance de los objetivos que este mini ejército de voluntarios ha logrado. La banca entre ellas. Pero quizás es Telcel la compañía que consolidó el arranque definitivo de donativos de sillas de ruedas a nivel nacional, a través de una alianza que le dio a la telefónica uno de sus mayores programas de responsabilidad social: “Nuevas esperanzas ruedan por Venezuela”. Con esta alianza, Telcel dispone en todas sus oficinas de  planillas de solicitud de sillas, extendiendo el acceso a la Fundación, en todo el país; así, por quinto año consecutivo, ha donado más de 1.500 sillas de ruedas, coches especiales etc. en todos los estados de Venezuela.

“Estas entregas con Telcel son muy emotivas porque los mismos empleados asisten y algunas veces de sus mismos bolsillos, sale una cantidad para dos o tres sillas más, dice Ana María”

“Otra alianza valiosa ha sido con el Dividendo Voluntario para la Comunidad. En su programa de aporte voluntario por nómina, empresas como C.A. La Electricidad de Caracas, Procter & Gamble, Nestlé, RCTV, Farmatodo, Tecnoconsult, Inelectra y Heinz, lograron la adjudicación de 150 sillas de ruedas. Optica  Caroní también tuvo una participación significativa este año y de resaltar es el acuerdo que se logró con The Wheelchair Foundation, de Estados Unidos. Con una cantidad que aportáramos en la Fundación, ellos ponían una cantidad igual que permitió traer 280 sillas más que se han estado distribuyendo en diferentes lugares. La próxima entrega será  este mes en el club. Aprovechamos para invitarlos a todos.


Todavía queda mucho por hacer. Los objetivos para los próximos años son ambiciosos y loables. En primer lugar, consolidar “Trabajando sobre ruedas”, plan de capacitación para que los discapacitados puedan conseguir trabajo. Luego el proyecto “Acceso para todos”, que contó  con el apoyo de Venezuela Sin Límites, de concientización a la ciudadanía sobre el cumplimiento de leyes y ordenanzas que amparan a los discapacitados y de planificación urbana que atienda este sector de la población. En tercer lugar, como parte de este último programa, la construcción de un “parque con acceso para todos” para niños con algún tipo de discapacidad o no, en Caracas.

“Para desarrollar estos planes que tenemos listos, necesitamos del concurso de todos. Siempre hemos tenido una excelente receptividad no sólo en la empresa privada sino en familias que han dado su aporte en nombre de sus hijos o nietos. Si concretamos la edificación del parque, nuestro sueño es el de hacer una casa club para los discapacitados, donde puedan ir a recrearse, hacer deporte y compartir con otros en situaciones similares. Es increíble la satisfacción que se siente cuando niños, mujeres y hombres de todas las edades vienen a nosotros con tanto deseo de ayuda, en condiciones físicas de consideración y todavía te regalan una sonrisa”.

Funda-Procura y toda su gente tienen un mérito que excede los parámetros de muchas obras sociales, sin disminuir a ninguna. Ver cómo se preocupan y ocupan con inmensa dedicación a sus labores, es ejemplo de virtudes y de entrega sincera y desprendida. Merece la Fundación Venezolana Pro-Cura de la Parálisis y el equipo que la sostiene, el mejor de los reconocimientos y nuestro incondicional apoyo.

María Elena Mendoza E.




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