jueves, 3 de octubre de 2013

Madres y madrastras


Maria Elena Mendoza E.
@marielmendozae

El otro día pasaba por el cuarto de mi hijo, y lo escuche comentarle a sus amigos algo así como “estuve con mi papá y mi madrastra en Puerto La Cruz…” como comprenderán el resto de la historia no la escuché porque me quede “pegada” en la palabra MADRASTRA. Mentalmente se me presentó una alcabala que no me dejaba pasar al resto de su elocuente conversación, porque no sabía si detenerme a explicarle o que me explicara, esperar a que finiquitara el tema con el amigo o entrar como una tromba al cuarto y tomarlo del pescuezo y elevarlo del piso en un intento autoritario y efervescente de disiparle del pensamiento semejante atrocidad.

No hice nada de eso. Mientras me alejaba con voces de ultratumba en mi cerebro que repetían: “madrastra, madrastra, madrasta” sin cesar, acudí al centro de sabiduría por excelencia, Google, para conocer en primer lugar lo que la palabra significaba en el sentido más estricto de la palabra.

Según Wikipedia, La madrastra (del latín vulgar matrastra: segunda mujer del padre) es la nueva esposa de un padre que no es la madre de los hijos de aquél. La nueva familia es llamada hoy en día familia reconstituida o familia patchwork.

En la antigüedad era usual, debido a las altas tasas de defunción de las mujeres a la hora de dar luz y a la necesidad de una nueva persona que se encargue de los niños, que los niños crecieran bajo la tutela de una madrastra. Hoy en día, a raíz de la proliferación de los divorcios, la importancia de la madrastra (y de una connotación positiva del término), ha aumentado también.

Ahí me quede petrificada porque yo creía firmemente que la madrastra era la sustituta de la madre, siempre y cuando la verdadera hubiese muerto, desaparecido en acción, volado con los extraterrestres, o sea, no existe, no responde! Nunca jamás creí que la presencia de la madrastra podía existir en cogestión con la madre verdadera, la biológica.

Pues me equivoqué! Hoy en día, con la proliferación de los divorcios y formación de nuevas parejas con familia, ésta nueva familia es llamada hoy en día familia reconstituida o familia patchwork. La figura de la madrastra (malvada) es para la psicología analítica de Carl Gustav Jung una forma del arquetipo de la madre con rasgos destructivos.

Qué queremos decir con esto? Que la madrastra malvada es producto de la clasificación que le otorga la psicología analítica pero NO la definición real del término.

Todavía no he tenido el valor de aclararle a mi hijo esta verdad. Le había dicho que solamente podría decirle madrastra a la señora esposa de su papa, el día que yo me muriera y resulta que es a él a quien le asiste todita la razón.

La madrastra es la esposa del papa de mi hijo pero en ningún momento su papel es el de sustituir a la verdadera madre, o sea yo! Esto siempre debe quedar muy claro para todos pero en fin, el consejo es no llamarlas nunca madrastras. La connotación de malvadas está presente desde nuestra primera infancia con las películas de Walt Disney o los Hermanos Grimm. Todas las princesas de las que nos hemos enamorado son víctimas de horribles y brujas madrastras que nunca las quisieron.

Mi recomendación es que las llamen por su nombre buscando siempre un rol de amistad y guía que de madre, porque como bien dice el dicho, “madre solo hay una” y aunque la familia esté reconstituida, cada quien debe ejercer su papel y conjugarlo por el bien de los hijos y de la familia.

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