Maria
Elena Mendoza E.
@marielmendozae
1970 fue una década
de muchas revoluciones en lo musical, cultural y artístico. En los deportes los
hombres eran los que siempre marcaban pauta, tal es el caso de Pele o Cassius
Clay. Si alguna mujer de Venezuela fue pionera en liderar los primeros lugares
mundiales en competencias deportivas, elevando el tricolor nacional a los más
altos niveles y dejando una huella importantísima en el esquí acuático mundial,
en la década de los años 70, ella es Maria Victoria Carrasco.
María Victoria compitió en los campeonatos
mundiales de 1971, de 1973, 1975 y 1977, siendo la primera mujer en ganar
tres veces consecutivas, el campeonato mundial, en la especialidad
de Figuras. Su primer récord mundial lo estableció en el campeonato Mundial de
1973 celebrado en Bogotá, Colombia, rompiéndolo en 7 veces durante su carrera
deportiva. María Victoria además de ganar en la especialidad de Figuras, también
logró ganar la medalla de plata en la especialidad de Overall en el campeonato
mundial de 1977.
Tres veces campeona del mundo de esquí
acuático, en Inglaterra, Colombia e Italia, y una de las mujeres más admiradas
en Venezuela en los `70, cuando las hermanas Carrasco dominaban este deporte en
el mundo con acrobacias increíbles sobre el agua y saltos a gran velocidad.
Pertenece al Salón Internacional de la Fama de Venezuela, la tres veces
campeona del Mundo en “Esquí de Figuras”. 7 veces record mundial en la
especialidad.
Hoy Maria Victoria cuenta entre sus logros
el haber fundado la Escuela Nacional de Esquí Acuático “Maria Victoria
Carrasco”, en La pereza, en 1980 y de la misma escuela en Miami. Es profesora
de la misma disciplina y de pilotos de lancha.
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Como llegaste a practicar el
esquí acuático?
Cuando nació mi hermana Ana María la
pequeña, se enfermó de tos ferina. La doctora recomendó a mis padres mudarnos
cerca del mar. Yo tenía 10 años y en las tardes no tenía nada que hacer y así
comencé a practicar. Mi hermana reacciono bien a la enfermedad y regresamos a
Caracas, pero como ya estaba esquiando mi papa decidió ir a Higuerote. Estando
allá conocí a una niña holandesa que su
padre por trabajo estaba en Venezuela y cuando yo la vi esquiar le dije a mi papá
que yo quería hacer lo mismo
Mi papa se acercó a su padre y comenzaron
hablar y ellos me introdujeron en las competencias. Mi amiga la holandesa ganó
el campeonato mundial del 1971, y yo en el 1973 le gané a ella! Yo primera y
ella segunda… de ahí para adelante me dediqué de lleno a las competencias
-
¿Cuándo dejaste el esquí y por
qué?
Deje de esquiar después de que me casé. Tenía 24 años y ya había sido 3
veces campeona mundial. Me retiré a principios de los 80 pues tenía ya otras
prioridades. Aunque siempre me he mantenido activa y muy cercana al deporte
pues luego de mi retiro, comenzó a competir mi hermana pequeña, a quien le
llevo 10 años. Ella también fue Campeona Mundial y batió mi récord! Por
supuesto era nuevo récord mundial. Y juntó a mi esposo y mi madre, fuimos sus
entrenadores.
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¿Qué significó para una joven
de 17 años tener esa responsabilidad y disciplina para llegar allí?
Mi vida de juventud deportiva fue muy
sacrificada. Pero me encantaba el sabor del triunfo, de la fama y de los viajes.
Esto hacía que el sacrificio se tornara a reto. Y lo duro de los entrenamientos
era siempre un paso hacia la fama, hacia un viaje en cualquier parte del mundo.
“El éxito deportivo me abrió las puertas en todo el mundo, pero sobre todo me
ha dado un gran espíritu para buscar superarme siempre”, dijo.
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¿Quiénes fueron las figuras determinantes
en tus logros?
Mi padre al principio casi que nos obligaba
a practicar el esquí, pero luego éramos nosotras tres, las hermanas quienes le
obligábamos a él a llevarnos y pagarnos los entrenamientos.
En los 70 y 80 el dólar no era tan costoso
pero igualmente se necesitaba ser miembro de un club privado, tener lancha
propia, etc. y eso hizo del esquí un deporte elitesco. Sí el estado tuviese una
política de deporte en esquí, con tanto mar y bahías, y canales seríamos los
campeones mundiales.
Para esa época el deporte casi no tenía
ayuda. Ahora ha cambiado un poco, pagan los pasajes, los equipos y hasta
algunos los entrenamientos. Mis padres
nos pagaron siempre todo. Menos los mundiales que era casi que una vergüenza
que trajera un título mundial y el gobierno no pagará al menos el ticket del
avión.
Para mis padres fue muy sacrificado y
hacían grandes esfuerzos económicos para que nosotras tres, Ana Maria, Maria
Esperanza y yo, pudiéramos entrenar y
tener los mejores equipos de lanchas y esquíes de la época.
Por supuesto que los motores principales de
mis triunfos fueron mis padres. Gracias a ellos logré mis objetivos. Pero es
indudable que para ser campeón hay que nacer. Hay un no sé qué, que se lleva en
la sangre y te hace lograr la medalla de oro. Conozco muchos atletas que son
los mejores pero cuando llega la competencia no logran la medalla. Yo siempre
quería esa medalla y siempre la logré. Me retiré invicta.
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¿Qué les dices a la gente joven
hoy para que persigan sus sueños y por qué piensas que el esquí no ha sido más
popular para que más personas lo practicaran?
Mi consejo siempre es el mismo. A los
jóvenes les digo que con el deporte se abren las puertas del mundo. Es
impresionante como a pesar de haber pasado 30 años aún la gente me reconoce en
la calle y saben mi historia. Además, tienes el chance de conocer el mundo. Además,
la disciplina, la constancia, la llevas contigo durante toda la vida y eso te
hace ser más eficaz en todo.
El deporte del esquí no es popular porque
en Venezuela todo es complicado. Lo único bueno que tenemos es la gasolina. No
puede ser popular porque los equipos se fabrican en el extranjero y para
adquirirlos al dólar actual está muy complicado en el país.
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Como mujer, ¿qué piensas de este campo deportivo, piensas
que el esfuerzo y la dedicación han valido la pena?
Extraño mucho esa época, sobre todo las
ganas de ser joven y seguir compitiendo, pues pienso que desde que yo me retiré
a ahora, no ha habido un gran cambio en las mujeres. Por supuesto que todo
valió la pena. Sí volviera a nacer sería igualmente esquiadora y campeona
mundial, sólo que no me retiraría tan joven.
Hoy por hoy, soy la Presidenta de la
Federación Venezolana de Ski y Wakeboard. Sólo me estoy dedicando a entrenar a
niños y llevar a la selección nacional a competir en eventos del ciclo
olímpico. En este momento estoy organizando un campamento de verano en la
ciudad de Miami. Pienso hacer un equipo entre los venezolanos que viven en el
sur de La Florida.
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Sientes que lograste tus
sueños?
Claro que logre mis sueños. Además,
nunca pensé que iba a ser presidente de la Federación que tantas glorias me
dio. Además, ser la Coach del equipo venezolano que desde que los estoy llevando
a campeonatos hemos ganado 3 medallas de oro y 2 de plata.
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Un mensaje final a toda la
feminidad mundial
Creo que mi mejor consejo es que
hagan deporte, eso ayuda a la mente y al cuerpo y sí tienen hijos, que
acompañen sus estudios con una actividad deportiva. El deporte es parte de los
sueños del hombre. Hay que hacer deporte con pasión!
Enumerar los premios de Maria Victoria
Carrasco nos tomaría una eternidad. Fue campeona nacional en todas las
especialidades del esquí acuático durante 11 años consecutivos, tres
panamericanos y tres veces campeona mundial. Durante la década de los 70 las
hermanas Carrasco representaron el ideal de muchísimas jóvenes que admiramos su
impresionante e impecable desempeño sobre las aguas. Todavía la reconocen en la
calle, todavía muchos recuerdan con escalofriante emoción ante los
extraordinarios saltos y figuras sobre las rampas. Una mujer que supo medir
cada paso y desear cada una de las medallas que se ganó a punta de esfuerzo,
disciplina y dedicación.